Yo no sé si os he contado cómo es mi madre. Pero para el caso que nos ocupa sólo necesitaréis saber que cuando grita tiene voz de pito. Mucha voz de pito y suele resultar hasta gracioso, aunque nos esté echando la gran bronca del siglo.
Bien, dicho esto, paso a contaros la anécdota que nos ocupa.
Iban una vez mi madre y mis tres hermanos camino de Sopelana. El resto de la family (en la cual me incluyo) ya estábamos allí. Y mi madre y hermanos no llegaban. Y no llegaban. Al parecer se habían perdido allá por Bilbao.
A mi madre no le gusta conducir y como se agobió con tanto carril salió de la autovía y se metió en un camino de cabras. De estos con piedrecitas y todo. Ahí, al rato, se cruzaron con una furgonetilla y haciendo ademanes bastante exagerados consiguieron que parara.
- Hola! (Voz muy animada.) (Ahora cambiamos a voz tremendamente seria) Mira, que nos hemos perdido. Queremos ir a Sopelana y como era un agobio los alrededores de Bilbao nos hemos metido aquí y ahora no sabemos a dónde tirar.... (Cara de circunstancias).
El buen hombre que paró dijo:
- Mire señora...también estoy perdido.
- Vaya...MIRA!!!!! UN AVIÓN!!!!!!!!!!
Ahora es cuando una bolita de esas del desierto, típica de las pelis de indios cruza la carreterilla. El hombre calla y con cuidado arranca el coche y se pira.
Deben estar locos......